Hace un par de semanas una curiosa noticia ocupó la portada de casi todos los periódicos. Fue concretamente el 15 de febrero cuando un meteoro explotó en los cielos en la región de los Urales en Rusia. La explosión provocó que se rompieran los vidrios de varios edificios causando múltiples daños a numerosas personas. El número de heridos aumentó a 1.500 en los días posteriores a la caída del meteoro, aunque las heridas causadas por los vidrios fueron consideradas menores.

En la región de Chelyabinsk, la zona más afectada, se han encontrado ya más de 50 fragmentos. En estos momentos surge la confusión para muchas personas de si lo que cayó es un meteoro, un meteorito o un meteoroide. Parece entonces bastante adecuado dedicar un momento a explicar las diferencias entre estos cuerpos, su composición y las pistas sobre sus orígenes.

La gran diferencia que marca el límite entre estos es si han entrado o no en la atmósfera terrestre. Un meteoroide es un pedazo de roca o metal en el espacio que no entra en la atmósfera terrestre. Se conoce como meteoro al pedazo de roca o metal en el espacio que sí entra en la atmósfera terrestre. Cuando este pedazo cae al suelo ya lo conocemos como meteorito. El meteoroide es un pedazo de escombro parecido a una roca, que viaja en el espacio exterior. Son por lo general más pequeños que el puño de cualquier persona, según la NASA. Cuando entran en la atmósfera terrestre, se calientan y entonces es cuando brillan y lo llamamos meteoro. Por la noche son más visibles mientras que durante el día la luz solar nos oculta su presencia. No podemos olvidarnos de la mayor parte del objeto original que se quema antes de golpear la superficie del planeta. Cualquier objeto restante que encontremos en la tierra se trata de un meteorito.

Es a estas alturas cuando nos vienen a la memoria las estrellas fugaces y es que en realidad son meteoros que atraviesan la atmósfera y en su caída alcanzan la incandescencia por la fricción.

El meteoro que llegó a los Urales se fragmentó en múltiples trozos en su caída, los meteoritos. La consecuencia de esta caída es un agujero o cráter, que será más o menos grande según sea el tamaño del meteorito. Se han encontrado más de 50 fragmentos, algunos de ellos en un cráter, todo en la región de Chelyabinsk. La Nasa calcula que el meteoro medía 17 metros y tenía una masa de 10,000 toneladas.

Algunos fragmentos del meteorito fueron hallados en el lago Chebarku (Reuters)

Algunos fragmentos del meteorito fueron hallados en el lago Chebarku (Reuters)

Las imágenes tomadas después de la explosión muestran un agujero en el hielo que cubre el lago donde se cree que cayó un pedazo de meteorito. Sus fragmentos se dispersaron en un área inmensa.

Lo más llamativo y escalofriante es saber que la energía liberada en todo este proceso de explosión del meteoro fue de 500 kilotones en tan sólo 32,5 segundos. Basta comparar con la bomba nuclear lanzada en Hiroshima en el 1945, que liberó aproximadamente una energía de 15 kilotones, para considerar que lo ocurrido no es tan sólo una curiosa noticia. Al menos nos llega un mensaje tranquilizador: La agencia europea del espacio afirma que sucesos con la magnitud como el que ha ocurrido, se produce una vez en varias decenas de cientos de años y estima que la explosión y desintegración del meteoro se produjo a unos 15 o 20 kilómetros sobre el suelo.