Contaminación en Pekín
Estos días las noticias nos han dejado imágenes impresionantes de la extensa y peligrosa nube de contaminación sobre la ciudad de Pekín. La NASA ha captado la imagen de la nube tóxica, la peor “masa de polución” registrada en la última década. Los niveles de contaminación en Pekín hicieron saltar la alarma la semana pasada, cuando alcanzaron valores que superaban los niveles considerados como peligrosos para la salud humana. En concreto, la densidad de partículas mínimas o PM2,5, es decir, las que miden 2,5 micras o menos de diámetro, alcanzó un valor 40 veces superior al límite de seguridad recomendado por la OMS (Organización Mundial de la Salud). Aunque pasados los días las medidas tomadas hicieron que la densidad disminuyese, el umbral alcanzado mantenía el aire como muy peligroso para la salud. De hecho este tipo de partículas, las PM2,5, son consideradas como muy dañinas porque pueden penetrar fácilmente en los pulmones.
En estos momentos Pekín ha tenido que tomarse muy en serio lo que ha ocurrido ante la gravedad de las posibles consecuencias activando un plan de emergencia. De forma inmediata se suspendieron todas las actividades en el exterior en los colegios, con autoridades municipales aconsejando tomar medidas para proteger la salud a los ciudadanos. Se tuvieron que reducir un 30% la circulación de vehículos, cerrar fábricas de automóviles, evitando emisiones también de polvo en las obras en la ciudad.
La enorme nube tóxica, mezcla de bruma, contaminantes y polvo ha disparado las enfermedades respiratorias y las dolencias cardíacas. La situación meteorológica no ha contribuido positivamente ya que la estabilidad y la ausencia de viento ha sido decisivo para mantener esa nube. No sería suficiente con una profunda borrasca que trajese lluvias y vientos para solucionar el problema. La estabilidad meteorológica ha hecho más evidente el grandísimo problema de la contaminación.
Es obvio que las críticas se han disparado en todo el país planteando la convivencia entre la elección del desarrollo y la protección ambiental. Sabemos que el rápido crecimiento de China se ha llevado a cabo sin duda bajo una incesante actividad industrial, con un rápido proceso de urbanización. La gran dependencia del carbón como combustible en las centrales de energía, las emisiones de los automóviles y las más de 10 ciudades en el país entre las más contaminadas del mundo, hacen que en China la calidad de vida en sus ciudades esté siendo cada vez peor. No podemos olvidar además que este país es el mayor emisor del mundo de gases de efecto invernadero, responsables del Calentamiento Global.
Confiemos en que la alarma con luz roja de esta semana tenga efecto para un futuro muy próximo y se haya oído bien en el resto del mundo.
La imagen superior es la nube de contaminación vista desde un satélite de la NASA
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