La idea de fotografiar u observar auroras boreales  es simple pero no sencilla y a continuación os contaremos porqué.

Como este blog ya explicó, las auroras polares se pueden observar en ambos polos y por proximidad a nuestro país, las más adecuadas son las que se dan por  encima del círculo polar ártico por lo que Noruega y Finlandia son quizás los destinos más razonables. Tronsom perteneciente a Noruega, es la ciudad más al norte del continente europeo y por lo tanto es el destino de miles de turistas que, como nosotros, van en busca de la esquiva y espectacular aurora boreal. En Tronsom podremos obtener todo tipo de información en su oficina de turismo, la cual organiza tours que nos llevarán a los lugares más adecuados donde si tenemos suerte y la meteorología nos lo permite la podremos ver.

Los meses en los cuales podremos observar con más probabilidades la aurora boreal, son los comprendidos entre Noviembre y Marzo. No obstante, la gente de estas latitudes recomiendan Enero y Febrero como los más indicados, pues es en estos meses cuando menos posibilidades hay de que el cielo pueda estar encapotado. Nada es a cambio de nada y es en estos meses cuando más frío y menos horas de luz tendremos.

Como se podrá imaginar, el suelo está completamente nevado por lo que el uso de calzado adecuado es imprescindible. De igual manera, tendremos en cuenta que si lo que queremos es fotografiar este fenómeno, intentaremos alejarnos de fuentes de luz y por lo tanto nos encontraremos nieve que en muchos casos superará la altura de nuestras botas por lo que la ropa destinada al esquí o a la montaña es la más indicada.

Para poder retratar uno de los espectáculos más impresionantes que la naturaleza puede brindarnos dispondremos primero de una cámara que pueda de forma manual, exponer tiempos de hasta 30 segundos de exposición.  Nos haremos con un robusto trípode, no debemos olvidar que el viento puede hacer presencia, y un buen disparador que elimine todas las vibraciones posibles en nuestra cámara. Por lo general os recomendamos que utilicéis la óptica con más ángulo de visión de la cual dispongáis, pues como imaginareis el espectáculo puede ocupar una gran porción del firmamento. Y como os indicábamos anteriormente, dar tiempos de exposición cercanos al medio minuto. Más no suele ser aconsejable pues las auroras tienen movimiento y ese movimiento si excede en el tiempo queda como una mancha sin forma. No obstante la investigación y las pruebas serán los mejores consejeros en los momentos en los que tengáis la suerte de ver uno de los mayores espectáculos que la naturaleza nos puede brindar.

Nacho Cembellín. www.nachocembellin.blogspot.com