Hace un par de semanas, exactamente el jueves 2 de mayo, un horrible incendio fue declarado en el estado norteamericano de California. Las altas temperaturas alcanzadas junto a las intensas rachas de viento, permitieron que las llamas se reavivasen continuamente y causaran auténticos estragos.

Incendio en California. Autor: NASA. Fuente: Wikimedia Commons

Incendio en California. Autor: NASA. Fuente: Wikimedia Commons

El incendio, conocido como Fuego de Primavera, consiguió arrasar hasta 11.300 hectáreas de monte que quedó completamente sepultado por las llamas. Cuando se desató el incendio las temperaturas en los termómetros rondaban los 32 grados centígrados. Esto y las intensas rachas de viento hacían presagiar lo peor.

Fue el descenso de las temperaturas, el cual se hizo esperar, el que contribuyó a que esta situación de emergencia pudiera ser solucionada. Las temperaturas acabaron descendiendo hasta los 16 grados, siendo esto la mejor baza para ayudar a los bomberos a poder poner líneas de contención alrededor de las llamas y conseguir así controlar el incendio al noroeste de Los Ángeles en 24 horas.

Los residentes de la zona, muchos de ellos en grandes mansiones de Malibú, pudieron vivir uno de los peores momentos de sus vidas viendo las llamas tan cerca. Por esta vez, pueden respirar tranquilos.

Junto a este fuego se han producido otros pequeños incendios en este estado y eso lleva a la conclusión de que la Temporada de Incendios se ha adelantado. Los expertos vaticinan una temporada especialmente activa debido a la sequía de este año y a las altas temperaturas que se prevén.

Esperemos que en esto se equivoquen las previsiones.