Oklahoma City, tornado.
La fuerza de la naturaleza no deja de asombrarnos cada día, el tornado que ayer 20 de mayo de 2013 asoló la ciudad de Moore, un suburbio de Oklahoma City ha dejado imágenes tan impactantes como esta.
Durante los meses de abril, mayo y junio la atmósfera en las grandes llanuras centrales de los Estados Unidos se inestabiliza mucho con la mezcla de masas de aire procedentes del Golfo de Méjico aportando humedad y calor, desde el oeste del país masas de aire seco y cálido se unen a la mezcla calentando aún más el aire en superficie y separándolo del aire frío que hay en capas altas de la atmósfera procedentes de Canadá. Cuando se rompe la capa de aire más seca se junta el aire cálido y húmedo con el frío y la tormenta literalmente explota.
Esta situación genera grandes supercélulas convectivas en las llanuras, es decir, masas de nubes muy activas que generan fuertes tormentas, fuertes lluvias, rayos y en ocasiones tornados de mayor o menor intensidad.
Los tornados surgen de la base de esas grandes nubes que conocemos con el nombre de cumulonimbos, son columnas de aire que rotan violentamente y su giro es ciclónico como el de las borrascas (antihorario hemisferio en el norte).
El tornado aspira el aire que tiene a su alrededor y su diámetro varía normalmente entre los noventa y los seiscientos metros, pero puede haber casos extremos como el que ha ocurrido este pasado lunes en Oklahoma, donde se ha estimado un diámetro de casi 3 kilómetros. El movimiento del tornado va asociado al movimiento de la nube o supercélula severa que se mueve de suroeste a nordeste y suelen recorrer entre veinte y treinta kilómetros.
En Oklahoma el tornado recorrió 32 kilómetros durante 40 minutos aproximadamente y con vientos cercanos a los 320 km/h, se valora la velocidad en función de los daños sufridos, de la fuerza que se necesita para poder romper los materiales.
La Escala Fujita-Pearson clasifica la intensidad de un tornado y tiene que ver con la destrucción que se ocasiona a las construcciones de los humanos como hemos indicado más arriba.
El tornado de Oklahoma City ha sido catalogado recientemente como un EF-5 el máximo en su escala aunque en un principio se valoró como EF-4. Las características son:
EF5:
Velocidad del viento: 322 km/h
Frecuencia relativa: 0.1%
Daños potenciales: Daños devastadores. Las casas fuertes pueden quedar arrasadas hasta los cimientos, las estructuras de hormigón armado dañadas críticamente, los edificios altos sufren graves deformaciones estructurales. Devastaciones increíbles.
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