Este año las fuertes tormentas mas propias del otoño se han adelantado y en pleno mes de agosto ya hemos visto los primeros chaparrones y las primeras inundaciones en algunas zonas de la península.
Los meses de octubre y noviembre suelen ser los más críticos para que las lluvias sobre todo en la vertiente Mediterránea se acentúen. Los ingredientes que habitualmente conducen a una situación atmosférica tan inestable son varios, aunque de estos, los principales son el aire frío que en capas medias de la atmósfera facilita la formación y explosión de nubes de desarrollo vertical y la gasolina o el vapor de agua que en superficie alimenta los gigantescos cumulonimbos.
Hoy ya tenemos una incursión de aire más frío por el noroeste que seguro va a facilitar la formación de furtes tormentas durante este primer fin de semana de septiembre. Mirando las anomalías de la temperatura del agua del mar sobre todo en el Mediterráneo vemos como dominan las anomalías positivas, no tanto cerca de la península donde también las hay, pero si en otras zonas cercanas a Italia, Túnez o Egipto o incluso en la zona este del mar.

Anomalía de la temperatura del agua del mar 30 agosto

Anomalía de la temperatura del agua del mar 30 agosto


Toda esa agua más caliente que se aprecia en el mapa es gasolina para los tormentones que se puedan formar en España u otros países del Mediterráneo durante los próximos meses. El vapor de agua se transporta, y con las condiciones sinópticas adecuadas una zona de evaporación cercana por ejemplo a la isla de Cerdeña puede servir perfectamente para alimentar una tormenta en Valencia o cualquier otra zona del este peninsular o Baleares.
Veremos como evoluciona la situación de la superficie del mar durante estás próximas semanas, de momento el potencial vapor de agua disponible es tremendo y si el mar no se enfría progresivamente, en otoño podríamos encontrarnos con intensas lluvias en aquellas zonas de nuestro país donde habitualmente llueve menos pero cuando lo hace diluvia.