Estamos despidiendo el mes de mayo y, últimamente, las temperaturas son en algunas comunidades del norte todo menos primaverales. En el mes de abril tuvimos un episodio de valores máximos realmente altos, con temperaturas que ya por entonces superaron los 30 grados en el sur y sudeste de la península. Esta segunda quincena del mes los mercurios de los termómetros se han empeñado en recordarnos a diario el refrán: “hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”. A primeras horas del día esta semana hemos tenido valores por debajo de los cero grados en Aragón y en muchas zonas de la Meseta Norte. Las mañanas gélidas en Valladolid y Salamanca, con -4ºC y -3ºC respectivamente, han provocado que muchos se preguntasen si el tiempo se estaba volviendo loco. Esta situación ya la hemos vivido en años anteriores pero parece que esto cae siempre en el olvido. Sólo nos acordamos de ella cuando ya tenemos la ropa de verano metida en el armario.

Cerezos en flor. Valle del Jerte. Cáceres.

Cerezos en flor. Valle del Jerte. Cáceres. Imagen: Frobles. Fuente: Wikimedia Commons

De momento las previsiones se presentan cautas en lo que al ascenso térmico se refiere. Nos mantendremos en los próximos días con valores que tenderán a ir subiendo de forma ligera, sin olvidar que es bastante probable que vuelvan a descender al poco de inaugurar el mes de junio. No olvidemos que la plena certeza en las previsiones a largo plazo, y más en la primavera, es bastante improbable.

De todas formas, para previsiones a más largo plazo tenemos las que recientemente ha realizado la NOAA (National Oceanic and Atmospheric Administration). Estas previsiones alcanzan los próximos 3 meses y han dejado a muchos algo confusos. Según las mismas, se espera que en junio, julio y agosto las precipitaciones en la mayor parte del país tengan pequeñas anomalías positivas, es decir, lloverá por encima de los valores normales. En cuanto a las anomalías de temperatura, éstas serán ligeramente negativas, se traduce en valores algo más frescos de lo que es habitual. Hablamos en cualquier caso de anomalías mínimas, así que no merece la pena que nadie se ponga nervioso.