Llega el momento para muchos de empezar a pensar en vacaciones, playas y sol, pero también, si este será un verano de medusas o si por el contrario nos darán un respiro. Las medusas aparecen estacionalmente, pero en aguas Españolas los periodos de máxima abundancia se extienden desde el arranque de la primavera hasta el final del verano.  Parece que últimamente la presencia de grandes bancos de medusas sobre todo en el Mediterráneo ha aumentado y la causa mas probable de este cambio se debe según los expertos sobre todo al descenso de la población de peces. Dado que un pez y una medusa compiten por el mismo alimento del plancton, al disminuir su competidor por este alimento aumenta la población de diferentes especies de medusa. Por otra parte, sabemos que las técnicas de pesca en muchos casos son cada vez mas agresivas. Eso ha provocado un importante descenso de la población de predadores naturales de medusas, entre otros algunos de la familia de los tunidos o las tortugas marinas, otro factor a sumar a la lista que favorece el aumento de las medusas además de una mayor concentración de la contaminación por hidrocarburos en nuestros mares.

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Factores humanos a parte, la atmósfera y los mares y océanos juegan un papel importante en las características del escenario de medusas que nos espera cada verano.  El tamaño del enjambre que pueda existir en alta mar es importante a la hora de aventurarse a pronosticar como será la temporada, pero también los son las corrientes marinas superficiales y los vientos que arrastran las medusas hasta la costa. Otro factor importante a tener en cuenta es el régimen de precipitaciones durante los meses previos al verano. Este año está claro que ha llovido y ha nevado de manera generosa y eso supone un importante aporte de agua dulce de nuestros ríos al Mediterráneo y Atlántico. A menos de un mes para que arranque el verano, las aguas del Mediterráneo Español están entre 1 y 3 grados mas frías de lo habitual debido a ese aporte de agua fluvial y el grado de salinidad es inferior al normal. Dos factores que no agradan precisamente a las medusas.

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       Anomalía de la temperatura de la superficie del mar Mediterráneo

El deshielo continuará algunas semanas más y el aporte de agua fresca desde nuestros ríos al mar  también. Esa agua fría y poco salina podría ser uno de los grandes condicionantes para que este año, otros factores a parte, las familias de medusas que surquen nuestros mares no se aventuren con tanta frecuencia hasta nuestras costas. Es complicado poner la mano en el fuego y decir que este será un verano de pocas medusas, pero por lo menos, después de una primavera muy muy larga para algunos por las constantes precipitaciones registradas, tenemos la esperanza de zambullirnos en el agua sin estar constantemente pendientes de esos malditos tentáculos.