Ha llegado esa época del año en la que los habitantes del Atlántico tropical y subtropical más occidental miran hacia el horizonte pendientes de la llegada de un gran muro de gigantescos cumulonimbos acompañados de lluvias torrenciales, enormes olas y fortísimos vientos.

La temporada de huracanes en el Atlántico arranca, como cada año, el 1 de junio y finaliza, oficialmente, el 30 de noviembre.

Para este 2011 las predicciones no son nada favorables para aquellos que sufren las consecuencias del paso de estas grandes y profundas borrascas por su zona. Tanto los expertos de la NOAA (Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica) como los de CSU (Universidad Estatal de Colorado), los dos organismos más reputados para este tipo de predicciones, anticipan que ésta será una temporada con mayor actividad tropical de lo normal.

Se formarán entre 12 y 18 tormentas tropicales (la media 9.6) de las cuales entre 6 y 10 llegarán a categoría de huracán (la media 5.9);  3 a 6 de esos huracanes serán de categoría 4 o 5 (la media 2.3).

Entre otras, las razones principales de una mayor actividad son, el aumento de las temperaturas de las aguas superficiales este año en la región del Atlántico tropical y la presencia del fenómeno de La Niña en el Pacífico, aunque ya en su fase final. Agua mas cálida significa más gasolina para estos monstruos tropicales que recorren una mayor distancia y con más intensidad.

Como cada temporada las tormentas tropicales que se formen en esta zona de la tierra ya tienen nombre. A diferencia del año pasado la primera tormenta tendrá nombre femenino para luego ir alternado “chica”- “chico” sucesivamente.

Arlene será la primera protagonista seguida de Bret, Cindy, Don, Emily, Franklin, Gert, Harvey, Irene, Jose, Katia, Lee, María, Nate, Ophelia, Philippe, Rina, Sean, Tammy, Vince y Whitney.

Ya no hay marcha atrás. Empieza uno de los fenómenos estacionales de nuestro planeta más espectaculares y a la vez más devastadores.