Descontento casi generalizado tras unos días en los que la mayoría de las personas han perdido la paciencia cada mañana cuando miraban al cielo. Acabamos de terminar las vacaciones de Semana Santa envueltos en un tiempo auténticamente inestable. Los que nos dedicamos a la predicción del tiempo no exagerábamos cuando nos preguntaban hace un par de semanas cómo venían los días festivos y garantizábamos entonces el tiempo inseguro en gran parte de España.

No debemos olvidar la incertidumbre en las previsiones meteorológicas en estos casos, si además se nos planteaban preguntas con una amplia extensión temporal. Los mapas ya mostraban con antelación la sucesión de las bajas presiones entrando desde el Atlántico, con un Anticiclón de las Azores ligeramente desplazado. La situación se planteaba perfecta para la inyección de las borrascas con un pasillo brindado por el anticiclón. Otro factor muy significativo en este 2013 es que la Semana Santa ha caído en una fecha muy adelantada. En la última semana de marzo todavía es muy probable la entrada de vaguadas de aire frío en capas medias y altas con inestabilidad garantizada.

Nazarenos tocando el tambor, en la Semana Santa de Zaragoza

Nazarenos en procesión. Imagen: Fernando. Fuente: Wikimedia Commons

Se cumplieron las previsiones y aunque no nos hubiera gustado tener que transmitir estas noticias desfavorables para los que se desplazaban, los modelos de predicción apenas cambiaron. Con los sistemas frontales deslizándose por el oeste, las comunidades más castigadas por las lluvias han sido las del tercio occidental. Pasados por agua han estado en Galicia, Castilla y León, Extremadura y oeste de Andalucía. Las cantidades de agua recogidas han batido récords en la provincia de Cáceres, con municipios superando con creces los 100 litros por metro cuadrado. No se han quedado muy lejos los pacenses, donde también los datos de lluvia han sido generosos. La parte positiva de lo ocurrido es, sin duda, la buena noticia que suponen estas lluvias si pensamos en las reservas de agua, que no estaban demasiado bien hasta hace poco. Sorprendente saber que ya tienen reservas las cuencas del Júcar y del Segura,siempre deficitarias. La consecuencia negativa de todo esto es el desbordamiento de ríos como el Pisuerga a su paso por Valladolid, causando graves problemas en numerosos puntos. No olvidemos tampoco las crecidas del Ebro, porque son innumerables los estragos causados.

En Andalucía tampoco se han librado de la incertidumbre diaria y el agua caída ha sido noticia toda la semana especialmente en Sevilla, Córdoba y Cádiz. Grazalema, en esta última provincia, las precipitaciones intensas acumulaban varios días sucesivos los más de 100 litros.

El termómetro por lo menos no ha sido protagonista pues nos hemos cansado de las nubes y la lluvia, pero el frío no ha sido algo destacable.

Los aventajados en este episodio han sido los que optaron por el litoral este de la península y las Islas Canarias. Allí poco se han enterado de las lluvias y el sol les ha concedido una gran tregua.

Ya es oficial, según informa el AEMET, que el mes de marzo ha sido el más lluvioso desde que tenemos registros. Está claro que este tiempo tan revuelto al que nos hemos tenido que acostumbrar, no nos abandona. Esta semana preparados de nuevo para las lluvias y especialmente el frío que llega por el norte y la nieve en cotas más bajas.